Mes: mayo 2009

PENSAMIENTOS 1. Seneca

Se abre aquí una nueva sección en la que se propone una modesta práctica del pensar. Se trata de seleccionar- con una periodicidad más o menos mensual- los pensamientos de algunos pensadores –filósofos, escritores, tal vez científicos o poetas-. Pensadores de todas las épocas y de todas las culturas. Se elegirán 10 máximas de cada uno. La propuesta es que se utilice uno de estos pensamientos o aforismos para que, quien quiera, realice en su intimidad un comentario breve; que se deje deslizar el boligrafo sobre un papel o los dedos sobre un teclado, al dictado de las sugerencias que nos vaya suscitando uno de esos pensamientos. Se trata, entonces, de elegir un pensamiento de entre esos diez. Es un ejercicio de índole íntima y personal. Un ejercicio para combatir la esclerosis mental. ¿Tal vez, para ensanchar el horizonte espiritual? Quien sabe. En fin, máximo provecho para quien se aventure. (Por supuesto, el que quiera enriquecer esta sección con su propia selección de máximas y filósofos, no tiene más que seguir el orden numérico y dar continuidad a la sección). La sección se titula “PENSAMIENTOS”. Si alguien quiere cambiar el título de la sección  es dueño de hacerlo. Si alguien quiere hacer alguna otra propuesta, que la haga. No se trata de publicar lo que se ha escrito, sino de escribir en la intimidad lo que se ha pensado. Se trata de dar cabida en nosotros a la resonancia que puedan tener los pensamientos de otros pensadores. Tal vez bastaría con elegir un solo pensamiento entre esos diez. Tal vez, el hecho de fijarnos en un solo pensamiento, aunque nada escribamos o meditemos acerca de él, sea ya una sutil forma de meditación. Tal vez esté operando ya una virtual incorporación de ese pensamiento en nuestro propio pensamiento. Feliz provecho. En todo caso, si nadie se aventura por el camino propuesto, siempre quedará como fruto la amena lectura de máximas y pensamientos.

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En todo ejercicio que practiques vuélvete presto del cuerpo al alma; de ésta ocúpate noche y día. Un trabajo moderado basta para alimentarla, y este ejercicio no lo impedirá ni el frío ni el calor ni siquiera la vejez. cultiva aquel bien que mejora con el tiempo (más…)

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De profundis

«De profundis clamavi»… o «De profundis clamabo»[1]

«Desde lo profundo he gritado», o «Desde lo profundo gritaré»

Enrique Gippini

¡Qué pena no saber latín!

Las citas en la lengua original tienen como más peso y los trabajos de investigación serios dicen que deben hacerse en la lengua en la que lo investigado fue escrito. Por eso me dirán que nunca podré llegar a conocer, con seriedad, qué, cuando y como fue Schopenhauer. Pero si autónomamente valoro a los filósofos por lo que me han ayudado a sobrevivir, lejos, muy lejos de la academia, tengo que predicar que mi amigo Arturo está en la primera fila.

Y esa lejanía de la academia me entristece, con el sentimiento del navegante que abandona el puerto sabiendo que no lleva consigo todo cuanto quisiera y que la añoranza de lo olvidado será como un deseo permanente de volver, en la ilusión ciega de que, en la ausencia, todo haya devenido ideal. Pero consciente de que la perfección sólo tiene, «en el espacio y el tiempo, ese mundo real para el individuo«[2] una existencia aparente y onírica.

Leo el §35 de «El mundo como voluntad…» y escucho, más que oigo, la 6ª sinfonía de Tchaikowski. Y repito el final, el «Adagio lamentoso». Cuando lo escribo sonrío, porque esto es filosofar en multimedia, pero es una sonrisa un poco triste porque el sentimiento es personal, temporal e inútil. Los sentimientos del individuo no cambian nada externo. E, incluso lo interno sólo cambia un instante: el tiempo disuelve hasta aquello que sentimos como lo más sublime o lo más doloroso.

Pero hay un interior más profundo, probablemente aquel del que surge el grito prístino, el «clamavi», el «he gritado» de la humanidad entera que se refleja en el arte, en el arte verdadero, lejano a todo lo comercial: Si el grito tiene valor ya no es grito: es deseo de apropiarse el alma de otro, del dolor del artista.

No es arte lo que se aprecia sino lo que se produce desde el desconcierto y el dolor, muchas veces incomprensible, otras perdido, con un destino único desaparecer devorado por el tiempo, ni cenizas, ni recuerdo o, peor aún, convertido en moneda de cambio.

El §35 compara las figuras que dibujan las nubes, los remolinos del agua en un río caudaloso, las formas casi florales de los cristales de nieve, todos esos fenómenos exteriores, poco importantes comparados con las leyes que los ordenan y subyacen, los compara con los hechos del acaecer humano. Los sentimientos, las actuaciones, los hechos que parecen inmediatamente como los más importantes son meros accidentes efímeros: figuras/nubes, remolinos/río, cristales/hielo, pasiones/hombre.

El suave pesimismo del Schopenhauer joven se muestra aquí en la devaluación de lo personal: todo lo que «me» ocurre carece de entidad. Todo lo que afecta al gran artista o al pensador sublime son remolinos fugaces en la historia. Y su valor el mismo que el de los afectos del más humilde de los hombres: nulo. ¡Si Kant no hubiera vivido la humanidad no sería diferente!

Desde que Espinosa fijó su mirada sobre la realidad única, subyacente, hasta esta devastación de lo personal en Schopenhauer, el pensamiento occidental parece sujeto por una cadena a ese centro: la clara manifestación del Todo-Naturaleza-Dios en Espinosa, el oscuro trabajo del concepto en el Absoluto de Hegel, la Voluntad más allá del mundo del fenómeno, en el que «…no es posible una verdadera pérdida ni ganancia.«[3].

«Sólo la voluntad existe; ella, la cosa en sí; ella, la fuente de todos aquellos fenómenos. Su autoconocimiento, y la afirmación o negación que decida a partir de él, constituyen el único acontecimiento en sí.«[4]

Un paso hacia la negación de la libertad del hombre, reducido a la forma aparente de una nube.

Pero, culpable o no, errada o no, heterónomamente determinada o no, algunos hombres[5] disconformes con esa pasividad, tratan de acercarse a ese punto de anclaje: a la Verdad. Y, de acuerdo con Platón, como aconseja Schopenhauer, sólo atribuyen verdadero ser a las Ideas, y el mundo de las Ideas está fuera del tiempo.

Como un buceador, que no puede respirar bajo el agua, y, a pesar de ello, se esfuerza buscando un tesoro en el fondo, prescindiendo del tiempo, cuya ausencia nos destruye, tratamos y trataremos de llegar a conocer qué sea la Naturaleza, el Absoluto o la Voluntad y cuando no podamos más, desde lo más profundo de la individualidad gritaremos al Todo: De profundis clamabo ad te Domine.

Mayo 2009


 


[1] Clamo, clamas, clamare, clamavi, clamatum??? Clamabo, futuro imperfecto; clamavi, pretérito perfecto.

[2] «El mundo…»; «La idea platónica: el objeto del arte»; Trotta, 2004.- pag. 236

[3] Obra citada. §35.- pag 238.-

[4] Idem.

[5] Al menos algunos hombres. Decir «el hombre» podría ser anfibología.

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POETAS 15. José-Miguel Ullán

Esta vez  la nota biográfica también es necrológica y también está escrita por Juan Cruz en «el país» de hoy.

UN DIBUJO DE ABRIL PARA MARÍA ZAMBRANO

La exactitud vivida de lo que contemplamos

en la blanca mirada del agua

no nos deja ser el destino

-pero nos da, sin levantar la mano,

la mansa sensación de ir acercándonos

al felino escondite de aquel encuentro: (más…)

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POETAS 14. Mario Benedetti

Esta vez la nota biografíca del poeta elegido es una nota necrológica (escrita por Juan Cruz en «El país»). Se trataría entonces de presentar a la muerte como la gran celebración de la vida, como el natalicio ya para siempre en la memoria. La memoria como única forma de poder existir dentro de la muerte. Se trataría de celebrar la muerte de un poeta. De celebrar al poeta como el ser que mejor sabe cantar a la muerte. Aquí se celebra la muerte de un poeta que también escribió poemas para ser cantados. Aquí quedan algunos de esos poemas que fueron cantados, que cantamos, que cantaron…

POEMAS PARA SER CANTADOS

 

DEFENSA DE LA ALEGRÍA 

(Mario Benedetti – Joan Manuel Serrat)

 Defender la alegría como una trinchera
defenderla del caos y de las pesadillas
de la ajada miseria y de los miserables
de las ausencias breves y las definitivas

defender la alegría como un atributo
defenderla del pasmo y de las anestesias
de los pocos neutrales y los muchos neutrones
de los graves diagnósticos y de las escopetas

(más…)

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POETAS 13. Empédocles de Agrigento

!Oh amigos míos, que moráis en la poderosa ciudad

Que se alza desde el amarillo Agrigento hasta las alturas

De la ciudadela, ocupándoos en excelentes obras,

Puerto para extraños, oscuramente conscientes de sus [derechos

Y aborrecedores del mal, salud! (más…)

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POETAS 12. Friedrich Hölderlin

POEMAS DE LA LOCURA

 

VIDA MÁS ELEVADA

Su vida escoge el hombre, su objetivo,

Gana libre de error sabiduría, pensamientos,

Recuerdos que perdiéronse en el mundo

Y nada puede contrariar su valor íntimo. (más…)

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POETAS 11. W. S. Merwin

EJERCICIO

Primero olvida qué hora es

una hora

hazlo cada día con regularidad

después olvida el día de la semana

hazlo con regularidad una semana

después olvida en qué país te encuentras

y practica acompañado

una semana

luego haz las dos cosas a la vez

una semana

y tómate pocos respiros (más…)

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