Mes: octubre 2009

POETAS 36. Catulo

Nació en Verona en el año 87 A.C., según la crónica de San Jerónimo; pasó gran parte de su vida en Roma, donde trabó buenas amistades y conoció a los grandes personajes de la época (Pompeyo, Cicerón, Catón, César, y otros); su familia era acomodada por las posesiones que tenía en Verona, Sirmión y cerca del Tíber; se convirtió en amante de una mujer casada, una de las tres hermanas del tribuno P. Clodio; acompañó al propretor C. Memio a Bitinia durante los años 57-56; su hermano falleció en Troya en fecha desconocida; compuso una colección de poesías que fueron públicas no antes del años 54; y murió en Roma, según el mismo San Jerónimo, a los treinta años, es decir, en el 57. (Esta nota biográfica, así como la traducción de los poemas que aparecen a continuación, se le debe a Antio Ramírez de Verger).

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EL PAJARITO DE LESBIA

Pajarito, delicia de mi amada,

con quien suele jugar y tener en su regazo,

y a quien, inquieto, ofrece la yema de sus dedos

para incitarle a agudos picotazos,

cuando, en su intensa nostalgia de mí,

le agrada entregarse a no sé qué pasatiempo

para consolarse, imagino, de su dolor,

cuando se calma su profunda pasión:

poder jugar conmigo, como ella hace,

y aliviar las tristes cuitas de mi alma

sería para mí tan agradable como dicen

fue para la veloz doncella la manzana de oro

que le aflojó el cinturón largo tiempo ceñido. (más…)

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POETAS 35. BERTOLT BRECHT

(Augsburg, 1898-Berlín Oriental, 1956)

Se pueden leer poemas de tono más íntimo que los aquí seleccionados en: amediavoz.com/brecht.htm 

Casi todos ellos en versión de Jesús Munárriz y Jenaro Talens. La traducción de los poemas que se pueden leer a continuación es de Jesús López Pacheco.

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HOLLYWOOD

Para ganarme el pan, cada mañana

voy al mercado donde se compran mentiras.

Lleno de esperanza,

me pongo a la cola de los vendedores.

(1942) (más…)

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POETAS 34. Dylan Thomas

(Swansea, Gales, 1914-Nueva York 1953) 

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LA FUERZA QUE POR EL VERDE TALLO IMPULSA A LA FLOR

La fuerza que por el verde tallo impulsa la flor

impulsa mis verdes años; la que agosta la raíz del árbol

es la que me destruye.

Y yo estoy mudo para decirle a la rosa doblada

que dobla mi juventud la misma invernal fiebre. (más…)

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PENSAMIENTOS 2. Paul Valéry

Paul Valéry (Sète, 1871 – París, 1945) es una figura decisiva de la modernidad cultural europea. Después de estudiar Derecho de Montpellier, se instaló en 1894 en París, en cuyos círculos literarios fue introducido por su amigo Perre Louÿs. Allí estrechó lazos de amistad con Stéphane Mallarmé, a quien admiró profundamente, y con André Gide. Aunque sus inicios fueron de carácter poético, en 1892, a raíz de una intensa crisis espiritual renunció a la palabra poética y se consagró a un trabajo de pensamiento que lo llevo a la escritura de obras tan significativos como  «Introducción al método de Leonardo da Vinci.

volvió a la poesía en 1917 con «La joven Parca.  A partir de entonces, el verso y la prosa lo ocuparon por igual, con libros como «Album de versos antiguos (1920) o «El Alma y la danza». Como poeta obtuvo sus logros mayores con «El cementerio marino»

Estos pensamientos están extraídos de sus «Cuadernos», donde volcaba los pensamientos a los que él mismo se sometía con disciplina día a día (se levantaba entre las cuatro y las cinco de la mañana y se entregaba a pensar sobre los más variados temas durante varias horas). T. S. Eliot llegó a confesar que P. Valery era la personalidad intelectual de su época que más le interesaba y Ocatavio Paz llegó a afirmar: «Encuentro que el verdadero gran filósofo francés de nuestra época no es Sartre: es Valéry, como lo revela, sobre todo, la publicación póstuma de los Cahiers.»

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Si el lenguaje fuera perfecto, el hombre dejaría de pensar. Con el álgebra se prescinde del razonamiento aritmético. (más…)

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POETAS 33. José Antonio Muñoz Rojas

José Antonio Muñoz Rojas murio el día 29 de septiembre de 2009. Esta frase por sí sola podría formar una elegante esquela. Podría dar motivo también para que empezasen a dispararse los obituarios. Si yo fuese escritor de obituarios de poetas exigiría tal vez al director del periódico que exibiese dentro de la esquela algún mínimo poema más o menos representativo. Si yo fuese director de televisión eleboraría el cierre de los telediarios con algún pequeño recitado. Si algún tonto me nombrase ministro de cultura, yo hablaría con el ministerio de defensa y propondría a Celaya para que les vendiera todo su armamento.  La mayor expresión de nuestra impotencia radica en la impresión de que el mundo se puede mejorar a cada instante, y sin embargo dejamos para el siguiente instante la ocasión de mejorarlo. Pero casi siempre acabo pensando lo mismo. Uno de los signos más visibles de que el mundo está empeorando a marchas forzadas es ver como a los poetas se les amordaza y se les quita la palabra, y como a la poesía se le da la espalda.

Capital + Técnica = FUNERAL DE LOS POETAS. Existen mil razones por las que los poetas andan cada vez más callados. Yo doy una: la primera que se me ocurre. El silencio de los poetas es inversamente proporcional a la bullaranga de la publicidad. La profundidad de los poetas es inversamente proporcional a la frivolidad de los medios de comunicación. El lirismo y delicadeza de los poetas es inversamente proporcional al prosaismo y la vulgaridad de nuestros protagonistas medíaticos. Viene esto a cuento de los obituarios de los poetas en los periódicos. De los mal hechos que están. Porque si se quisiese honrar de verdad a un poeta bastaría un obituario tan simple y directo como un poema elevado encima de su nombre. No necesita nada más un poeta. Ni siquiera necesita su nombre. Muchos de ellos lo eliminarían de su epitafio sin resquicio de vanidad alguna. Pero un soneto ocupa demasiado espacio. Hay que dejar espacio a las otras palabras huecas e hinchadas de la gente, al chismorreo, al retintín del dinero en las páginas salmón de los domingoS y a la espantosa cháchara del futbol…En fin, que los periódicos no se dignan a dejarnos algún poema de los poetas muertos. Prefieren dejarnos las temperaturas de todos los pueblos de la provincia, el índice de valores bursátiles y las tablas clasificatorias de todos los pichichis.

Dice Muñoz Rojas  en uno de los poemas seleccionado aquí-le faltaban unos días para hacerse centenario- que los poetas «estamos para eso: para darles tránsito a los demás». No conozco pues mejor oficio que el de dar tránsito y ofrecerse como camino para otros caminantes. No sería entonces el de poeta el oficio más injustificado del mundo sino el más justificado y necesario. Tránsito para sus poemas. Eso es lo que se le ofrece aquí. Lo que se les niega a los poetas en las páginas de los periódicos el día de su obituario. El día que se muera Di Stefano nos machacarán los ojos con cada uno de esos goles que ya nos sabemos de memoria. Tristes tiempos, tristes…

Descanse en paz.

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Hay palabras que se unen y crean.

Su unión siempre es fecunda. Quien las tenga

de huéspedes en el alma será salvo.

Decirlas es perderlas. Viven dentro.

Sus nombres son silencio y soledad.

Y su fruto la paz. A veces nuestra. (más…)

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