Mes: mayo 2011

Existir no existe

Existir no existe

Amar se ama y sufrir se sufre.
Y, por momentos raros,
se cree haber alcanzado la felicidad
con la mano.

Pero no es cierto.
Amar se ama
y no es con el amor debido.
Sufrir se sufre con el corazón finito,
y el sufrimiento acaba.
Y la felicidad es un ente de razón,
sin cuerpo: intangible, inodora,
insípida, invisible
e inaudible, sin límite.

Estar debe estar en algún lugar,
Ser debe ser,
pero ser en el tiempo, existir,
Existir no existe.

Loading

Cuerpo que me sobra

Cuerpo que me sobra

Como la marca de un hierro al rojo
es en mi alma la añoranza de mi edad de oro,
cuando era uno con el Todo.
Recuerdo verdadero, arrebatado en la caída
que no comprendo.

No hallo por qué en parte alguna,
y el vacío de lo infinitamente amado
se retuerce me abraza y me asfixia.
Y no lo puedo traducir en un sentir de ahora,
sólo en un faltar irremediable.

Necesito un dolor que me aturda,
una locura presente que me engañe,
un pensamiento que me haga creer que soy algo,
no un ente provisional en espera de destino.

Y deseo perderme en el caos de una pasión
a sabiendas de que el sentimiento desbocado
no me acerca ni me llena.

Y el alma sabe, adivina, intuye,
y el cuerpo siente.
Sentimiento inútil, pues no perdura.

Carne flaca, incluso lejos de Dios,
Y aún así me amo como cuerpo que me sobra,
pequeño y lleno de dolor, de vejez,
de mentiras piadosas que me digo,
como que el amor, imposible para mí, existe.

Loading

[Arriba]

POETAS 76. Miguel Ángel Velasco

Mallorca 1963-2010.  Miguel Ángel Velasco fue un poeta precozmente laureado:Accesit en 1979 cuando todavía cursaba COU y premio Adonais en 1981 con «Las berlinas del sueño». Tras un largo periodo de silencio y aprendizaje de la poesía oral y los metros tradicionales, publica «El sermón del fresno» en 1995, y se convierte en uno de los principales poetas de su generación, junto con Carlos Marzal o Vicente Gallego. En 2002 recibe el premio Loewe de poesía por su libro «La miel salvaje». La visión que Velasco tenía de la poesía se podría sintetizar en una declaración entresacada de una entrevista: «Desde luego, yo cambiaba el monto total de nuestro celebrado siglo de oro por no ver tanta tristeza en las calles ni tanta oveja in albis camino del matadero. Además, ¿qué más iba a dar?, si la poesía es que no existe, como les gusta decir a los locutores y demás aspirantes a prohombres; antes «existen hojas de reclamación a disposición de los clientes». Amante de la poesía épica y razonadora, gustaba de Lucrecio, de Idea Vilariño y de García calvo, de las coplas al maestre don Rodrigo Manrique y también de alguna que otra «escabechina de la iliada». In memoriam.

LÁZARO

Míralas bien las cosas: reverberan
tocadas por el polen de la aurora:
la filigrana lenta de la savia,
el trémulo rocío, cada gota
en que se copia entera la mañana,
la lumbre cristalina del racimo,
el zarcillo y su rúbrica menuda,
no menos soberana que el oleaje
del encinar; el iris de los ojos,
del mismo fino estambre de esa nube
que se desteje en hebras melodiosas;
el viento de oro en la vibrante rama,
la luz de la resina, el claro anillo
de esta mañana del milagro: toda
la noche cabe en una rosa blanca.

(más…)

Loading

[Arriba]

Ya no hay naves que quemar

La vida se remansa

Cuando el agua se remansa
y el rio del alma acostumbra a la pena.
Cuando la vida se ve en sombra
y todas las batallas se saben perdidas.

A esta edad tan suave,
presta a vivir sin sobresaltos,
aun quedan lecciones por aprender y
pasiones traicioneras que vivir,
como actor que acude al teatro
y debe representar su papel.

Amigo del alma: nos puede sorprender
la rama verde del olmo de Machado,
o la brasa enterrada en la ceniza
de las aspiraciones rendidas.

Si malo es sentir el corazón vacío
peor dejarse llevar por ilusiones vanas:
La pasión es sublime,
pero ya no hay naves que quemar
y nos puede despertar la razón
clavando en el corazón la verdad.

Inútil huir de la realidad prevista:
que no hay placer sino dolor
en el dejarse llevar por la pasión.
Que es breve y si se arranca
queda un vano  todavía mayor.

Si te ha tocado, volvamos al teatro,
es la vida, disimulemos el dolor.

Loading

[Arriba]

Amor verdadero del infinito apoderado

Amor verdadero del infinito apoderado

Confundirme que me sigue
y persigo sin querer perderme
en el Absoluto.

Disolución que se promete,
en mi deseo,
sin que mi yo y sus amores
sean inevitable preterido.

Yo verdad, suma de mis verdades
y parte de otra Verdad más infinita.
Y trabajo incesante,
sin fruto si todo será destruido,
angustia de la duda.
Ansia eterna de lo sido.
Que todo junto,
amado y recuerdo temido,
se fundan en una paz
de perdones ciegos.

Que lo que no puedo reparar sea nada.
Que lo amado reviva y no muera.
Tú y tú y tú y tú y yo
contemplándonos sonriendo.

Quietud infinita, apéiron amable
para nunca y siempre,
tiempo sin sentido,
y espacio a ceniza reducido.
Y el amor verdadero
del infinito apoderado.

Loading

[Arriba]

Canto de soledad

Canto de soledad

I

Huerto cerrado eres, hermana mía, esposa;
Huerto cerrado, fuente sellada.[1]

Tu morada es una montaña
hecha de tus secretos,
pequeños y grandes.
Los que ocultas
y los que no ocultas
pero yo ahora no puedo ver
y quizás no veré nunca.

Y en esa montaña habitas, estás,
te quisiera ver, te persigo y no te hallo.
Me distancio sin querer y la no presencia
reverbera como la calima.
Te llamo, grito, y el eco me devuelve mi voz vacía.
Inmensa soledad:
¡Qué lejos estoy de tu secreto!

II

Miré al monte ¡tan lejos…!
Sentí el calor de sus piedras
y oí tu respirar.
Grité muy fuerte en mi silencio
seguro de que el eco
te hará llegar mi voz.

Pero tu no estabas en el monte
¡Tan lejos…!

III

La montaña sigue inmóvil.
¡Tan lejos…!
¿Son tus pasos ese mínimo crujido
que aumenta su silencio?
La bruma me ayuda a dominar el grito.
No hay eco. No hay alegría.
¿Por qué me araño el corazón?
No hay llamada. No hay voz.
Te siento en la montaña.
¡Tan lejos…!

Y, tal vez, tu pensamiento
haya seguido, con quedos pasos,
todo este tiempo,
a mi pensamiento.

[1] Cantar 4,12

Loading

[Arriba]

POETAS 75. José Agustín Goytisolo I

(Barcelona 1928-1999). La muerte de la madre durante un bombardeo en plena guerra civil va a marcar su infancia y su posterior poesía. En 1945 ingresa en la Facultad de Derecho de la Universidad de Barcelona, donde coincide con Jaime Gil de Biedma, Carlos Barral y Jaime Ferrán. Cursa los últimos años en Madrid, donde se relaciona con Emilio Lledó, José Ángel Valente y José Caballero Bonald. En 1953 gana el accésit del premio Adonais, siendo el primer miembro del grupo catalán de los cincuenta que publica. Interviene en las Conversaciones Poéticas de Formentor, que a través de «Papeles de Son Armadans», convoca Cela en mayo de 1959 para hablar de poesía, encuentro al que también asisten Dámaso Alonso, Gerardo Diego y Vicente Aleixandre. En alguna ocasión Goystisolo se sintio identificado con la denominación de poeta industrial,  que hace referencia, según su propia versión, a esos poetas que hablan de «letras protestadas, de la huelga de tranvías, de las casas de prostitución. Los demás sólo hacían referencia a la meseta, la encina y esas cosas». Es esta experiencia urbana la que atraviesa su libro «Algo sucede» (1968), donde los poemas reflejan  el ámbito urbano y la experiencia de lo cotidiano. Con la publicación de este libro, seguido de «Bajo tolerancia» (1973),  comienza a reunir textos autobiográficos que toman como fondo vital una determinada situación política, haciendo uso de un tono coloquial y cínico, donde un sujeto algo maniaco-depresivo, que gusta del alcohol, el café y las mujeres, deambula compulsivamente  por bares y calles, y se topa con personas a las que luego hace desfilar como secundarios del poema. A partir del «Rey mendigo», 1888, Goystisolo abundará en el uso de la tercera persona, lo que le permite un distanciamiento idóneo para el tono elegíaco y la meláncolía que suscita el paso del tiempo. Este tono irónico, ya teñido de desesperanza, se convertirá en el » leit motiv» de su último libro «las horas quemadas»(1996).

AUTOBIOGRAFÍA

Cuando yo era pequeño
estaba siempre triste,
y mi padre decía,
mirándome y moviendo
la cabeza: hijo mío,
no sirves para nada.

(más…)

Loading

[Arriba]

Cuando menos lo espere

Cuando menos lo espere
A D.

Cuando menos lo espere
mis oídos habrán dejado de oír
todos esos ruidos
que ahora me molestan.
Sentiré sólo el rumor
de la lucha sorda de mi cuerpo
por seguir su existencia.
Tal vez me acompañe el dolor.
Quizás alguno, desde fuera,
querrá prolongar mi tiempo
y me dará, así, ocasión
de sentir una vez más, la angustia.
¿Está la verdad dónde no quiero?
O, ¿Dónde no quiero
no puede estar la verdad?

Tengo tanta hambre de Dios
que en el fondo de mi alma
llevo un cementerio

Loading

[Arriba]

Secretos

Recónditos secretos

Somos montañas de recónditos secretos.

Los que creemos nuestros pecados son secretos,
porque nos avergüenzan nuestras debilidades.
Las sensaciones intensas son secretos
porque tememos no compartirlas.
Los significados de las cosas nimias son secretos,
porque contarlas es como desnudarse. Darse,
entregarse.
Las antiguas heridas son secretos
porque nos hacen viejos y Eros huye de nosotros.
Los por qué de cada acto de amor o desamor,
el por qué me besas o por qué no,
debo buscarlo en lo recóndito de ti,
y no me dejas: los motivos son secretos.
¡Cuántos compromisos íntimos nos separan!
Y si rompemos el silencio nos hacemos vulnerables,
recelosos.
Demasiado ambiciosos, queremos
cumplir con todo, y perdemos
los nimios placeres de desnudar el alma
poco a poco, confiando sin temor
en el instantáneo amante.
Al fin, si nos hiere, sólo será otro secreto.

Loading

[Arriba]

POETAS 72. GONZALO ROJAS II (DESOCUPADO LECTOR)

AL SILENCIO

Oh voz, única voz: todo el hueco del mar,
todo el hueco del mar no bastaría,
todo el hueco del cielo,
toda la cavidad de la hermosura
no bastaria para contenerte,
y aunque el hombre callara y este mundo se hundiera
oh majestad, tú nunca,
tú nunca cesarías de estar en todas partes,
porque te sobra el tiempo y el ser, única voz,
porque estás y no estás, y casi eres mi Dios,
y casi eres mi padre cuando estoy más oscuro.

(más…)

Loading

[Arriba]