Mes: septiembre 2011

El sueño

El sueño

Se clavó una idea
en mi pensamiento
y el sueño huyó de mis ojos,
como un cobarde,
queriendo arreglar en un instante
lo que para hoy ya es tarde.

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POETAS 75. José Agustín Goytisolo II

(Barcelona 1928-1999). La muerte de la madre durante un bombardeo en plena guerra civil va a marcar su infancia y su posterior poesía. En 1945 ingresa en la Facultad de Derecho de la Universidad de Barcelona, donde coincide con Jaime Gil de Biedma, Carlos Barral y Jaime Ferrán. Cursa los últimos años en Madrid, donde se relaciona con Emilio Lledó, José Ángel Valente y José Caballero Bonald. En 1953 gana el accésit del premio Adonais, siendo el primer miembro del grupo catalán de los cincuenta que publica. Interviene en las Conversaciones Poéticas de Formentor, que a través de “Papeles de Son Armadans”, convoca Cela en mayo de 1959 para hablar de poesía, encuentro al que también asisten Dámaso Alonso, Gerardo Diego y Vicente Aleixandre. En alguna ocasión Goystisolo se sintio identificado con la denominación de poeta industrial,  que hace referencia, según su propia versión, a esos poetas que hablan de “letras protestadas, de la huelga de tranvías, de las casas de prostitución. Los demás sólo hacían referencia a la meseta, la encina y esas cosas”. Es esta experiencia urbana la que atraviesa su libro ”Algo sucede” (1968), donde los poemas reflejan  el ámbito urbano y la experiencia de lo cotidiano. Con la publicación de este libro, seguido de “Bajo tolerancia” (1973),  comienza a reunir textos autobiográficos que toman como fondo vital una determinada situación política, haciendo uso de un tono coloquial y cínico, donde un sujeto algo maniaco-depresivo, que gusta del alcohol, el café y las mujeres, deambula compulsivamente  por bares y calles, y se topa con personas a las que luego hace desfilar como secundarios del poema. A partir del “Rey mendigo”, 1888, Goystisolo abundará en el uso de la tercera persona, lo que le permite un distanciamiento idóneo para el tono elegíaco y la meláncolía que suscita el paso del tiempo. Este tono irónico, ya teñido de desesperanza, se convertirá en el ” leit motiv” de su último libro “las horas quemadas”(1996).

*****

EL ROSTRO QUE CONJURA

Cuando llegue la hora de partir
que a su lado esté ella: que le mire
y que apriete su mano. No le asusta
regresar a la nada. Más quisiera
llevar al otro lado su figura.
La eternidad no existe. Cuando supe
amar a esta mujer y cuando mira
a quien le mira sabe que el infierno
estuvo aquí; también su paraíso.
Al fin y al cabo nadie le invitó
a entrar en este mundo que sabía
no iba a durar por siempre para él.
Pero ha tenido el rostro que conjura
ver al final. El viaje no le importa.
                                                                  («Las horas quemadas», 1996)

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POETAS 73. Aleksandr Pushkin II

(Rusia (Moscú, 1799-San Petesburgo, 1837). Descendiente de una de las familias más aristocráticas de la antigua Rusia y lector incansable desde temprana edad, se convertirá en poeta nacional de su país y genio inventor de toda una literatura, hasta el punto de que el influyente crítico Belinski lo define como el primer poeta-artista de Rusia. En 1820 consigue un cómodo puesto en el Ministerio de Asuntos Exteriores que le permite vivir una vida bohemia, se implica en movimientos reformistas y escribe composiciones subversivas que provocan el destierro por parte del Zar Alejandro I a las regiones meridionales del imperio. Es en este periodo de alejamiento cuando toma contacto con la poesía de Byron e inicia los primeros cantos de su obra maestra, Yevgueni Onieguin (1823-1831), historia de amoríos y desplantes de un héroe muy al estilo del Don Juan Byroniano. Durante su ausencia de la capital tuvo lugar el alzamiento decembrista que provocó una dura represión entre amigos del propio poeta, a los que dedicará sentidas composiciones. Poco después de su regreso a la corte, el poeta contrae matrimonio con una célebre belleza de 16 años, Natalia Goncharova, admirada hasta por el mismo Zar, quien para evitar su alejamiento nombra a su marido “gentilhombre” de cámara. Durante los últimos años de su vida, a Pushkin le cercan las deudas, le persiguen las intrigas, y se siente espiado y vigilado, hasta el punto de que las cartas que dirige a su mujer son abiertas por la policía y leídas por el Zar. Sus últimos años resultan amargos; su final dramático. Decepcionado de la vida –“aunque la vida es una dulce costumbre, hay en ella tanta amargura que a la larga se hace repugnante”- y con dificultades para encontrar su inspiración creativa, unos meses antes de su muerte llega a escribir a su mujer: “El diablo dispuso que naciera en Rusia con espíritu y talento”. En 1836 el repetido asedio de su mujer por parte de un diplomático francés, Georges d’Anthès, provoca un desafío a duelo. La manipulación del arma del poeta hace que la primera bala le alcance el pecho sin  opción a defenderse. Cuando el médico que le atendió en su larga agonía le preguntó si no quería despedirse de sus allegados, Puskhin sólo fue capaz de responder caústicamente, no sin antes volverse hacia sus libros: “Adios, amigos”. Puskhin fue un prosista afortunado –“La hija del capitán”- que preludió los rasgos del realismo ruso posterior caracterizado por una gran elevación poética, y todo ello logrado mediante un lenguaje rico, vivo y palpitante –“quisiera dejar en nuestra lengua cierta obscenidad bíblica”, escribirá en cierta ocasión-. Para Puskhin cualquier aspecto de la existencia es digno de tratamiento literario, siempre que se enfoque de manera apropiada. A juicio del traductor de los poemas que se presentan a continuación, Víctor Gallego Ballesteros, el principal protagonista de toda su producción es la vida: “insertó en el clasicismo el hálito de vida y el lenguaje de los hombres” Belinski trató de sintetizar el carácter de sus versos señalando que: “en la poesía de Puskhin hay cielo, pero está siempre impregnado de tierra”.

*****

Y me dirán con pérfida sonrisa:
mire, es usted un poeta estrafalario e hipócrita.
Asevera que la gloria no le importa,
que le parece cosa ridícula y vana.
-Entonces, ¿para qué escribe? -¿Yo? Para mí mismo.
-En ese caso, ¿por qué publica? -Por dinero. -!Oh, dios mío,
qué verguenza! -Pues ¿qué hay de malo?
                                                                                        (1835)

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Pérdida

Se agota la vida

En alguna parte olvidé
mis gafas de poeta,
y ahora no puedo leer poesía
ni veo el mundo en renglones cortos.

¿Dónde están aquellos interiores
preciosos e inteligibles
que llenaban de colores y sonidos
las horas, insulsas, planas,
que componen el existir real?

¿Te las has llevado tú?
¿Me las has escondido
con un gesto inesperado?
¿No quieres ver las cosas
deformadas por mi ideal
por si acaso te enamoran?

Ni  siquiera puedo, mirando sólo para mí,
ver con claridad aquel universo
que quería contener en los poemas.
Y, en la ataraxia,
me limito a contemplar cómo,
poco a poco, se agota la vida.

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El árbol

Que suave se mueve el árbol

Qué suave se mueve el árbol
que hay delante de mi ventana.

La lluvia cae mansa del cielo
Y el olor a tierra húmeda levanta.
El verano ya se ha ido
Y el otoño nos regala
con un frescor inaudito
que renueva toda el alma.

Qué suave se mueve el árbol
que hay delante de mi ventana.
El parque hace una brecha verde
en las manzanas de casas.
La calle húmeda, el coche viejo,
y el hombre, lento, del paraguas...
Parece que les miraran, llorosos,
muchos ojos desde las ramas.

Qué suave se mueve el árbol
que hay delante de mi ventana.
¡Cómo quisiera ser árbol!
¡Cómo quisiera ser agua!
Para poder cantar deprisa,
muy deprisa, mi alabanza
o siempre, casi sin fin,
apuntar al cielo con mis ramas.

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POETAS 5. Octavio Paz III. (Calamidades y milagros, 1937-1947)

La crisis política e intelectual que empuja a Octavio Paz a abandonar Mexico a finales de 1943, hacen de sus dos años en Estados Unidos tiempo de lectura, meditación y recogimiento, y esta fase de introspección se va a ver reflejada en sus poemas. Tras recalar unos pocos meses  en los Angeles, Octavio Paz llega a San Francisco a principios de 1944, con un proyecto de estudio sobre América, pero pronto abandona esta idea para dedicarse a la poesía. La poesía de este periodo va a acusar la influencia de los poetas norteamericanos (Eliot, Pound, Stevens, Williams) e inglesa (Blake y Yeats) que le ayudan a descubrir «la música de la conversación» y el lenguaje coloquial. Cuando se agota su beca, trata de ganarse la vida colaborando para la revista mexicana «Mañana» hasta que a finales del 44 se traslada a Nueva York en busca de recursos económicos. Después de una temporada trabajando como profesor en una escuela de Idiomas, le llega la noticia de que le ha sido concedido un puesto de diplomático en la embajada mexicana en París, y parte para Francia en diciembre de  1945.

  

LAS PALABRAS

Dales la vuelta,
cógelas del rabo (chillen, putas),
azótalas,
dales azucar en la boca a las rejegas;
ínflalas, globos, pínchalas,
sórbeles sangre y tuétanos,
sécalas,
cápalas,
pásalas, gallo galante,
tuérceles el gaznate, cocinero,
desplúmalas,
destrípalas, toro,
buey, arrástralas,
hazlas, poeta,
haz que se traguen todas sus palabras.

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Silencio

Silencio

Oí un terrible silencio
Y sólo era mi voz la que faltaba.

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Último amor

16 de Agosto 2011

Mi último amor se llama Alicia.
Es el alma más pura.
Y es la más pura alma,
sin contaminar por ninguna teoría.
Es. Y no deja de ser. Cada vez es más.
Me gustaría que mi alma tuviera,
como la suya, el brillo inocente
de las cosas nuevas.
Seguro que Dios la mira
y ella no tiene ninguna duda sobre Dios,
sabe cómo es, tanto como lo necesita.
Tiene todo el tiempo y no lo tasa,
simplemente lo vive.
Alicia es, para mí, una pasión limpia
y aunque mi amor no sea
exactamente correspondido
mantengo la esperanza de que,
algún día, me quiera casi como yo a ella.

Alicia tiene hoy nueve meses
y es mi última nieta.

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POETAS 5. Octavio Paz II. (Bajo tu clara sombra.1935-1944)

Hacía 1935 Octavio Paz comienza a escribir sus primeros poemas extensos de tema erótico. En estos primeros años quedan huellas del modernismo, pero comienzan a asomar sus temas más persistentes: vigilia, soledad, desamparo y el enigma de la identidad personal. Dos meses después del levantamiento del general Franco, compone el poema «!No pasarán!», que anuncia ya su compromiso con la causa republicana. En 1937 abandona la casa familiar, sus estudios universitarios y la ciudad de México y funda en Mérida una escuela para hijos obreros y campesinos. En junio de este año, Paz regresa a la ciudad de México, contrae matrimonio y acepta una invitación de Pablo Neruda al «Segundo congreso Internacional de Escritores en Defensa de la Cultura», que se celebrará en España a partir del mes siguiente. Su visita a España será de vital importancia para el desarrollo de su poesía y allí traba relación con Huidobro, Vallejo, Guillén, Cernuda y Altolaguirre. Su doble actividad literaria y política culmina a su regreso a Mexico en la fundación de la revista «Taller». Junto a sus compañeros de revista, se van depurando los temás que ocuparán sus poemas y ensayos: la relación entre poesía y vida y su confluencia de ambas con la historia. Tanto el pacto de Hitler-Stalin de no agresión, como el asesinato de Trosky provoca el enfriamiento de la amistad con Neruda y diversas disensiones entre sus compañeros, que va a desembocar en el cierre de la revista «Taller» en 1941. Hacia finales de 1943 recibe una beca de la fundación Guggenheim que le permite romper con Mexico y marchar hacia los Estados Unidos.

ARCOS
                          
A Silvina Ocampo

¿Quién canta en las orillas del papel?
Inclinado, de pechos sobre el río
de imágenes, me veo, lento y solo,
de mí mismo alejarme: letras puras,
constelación de signos, incisiones
en la carne del tiempo, !Oh escritura,
raya en el agua!

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POETAS 80. Jaime Gil de Biedma (II)

DE VITA BEATA

En un viejo país ineficiente,
algo así como España entre dos guerras
civiles, en un pueblo junto al mar,
poseer una casa y poca hacienda
y memoria ninguna. No leer,
no sufrir, no escribir, no pagar cuentas,
y  vivir como un noble arruinado
entre las ruinas de mi inteligencia.

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