Categoría: Poemas de Tupa

Sosiego 2015

Sosiego.

Es la perfección de la ataraxia
pues tiene tras sí el cimiento
del ser sosegado
sobre quien se construyen
esos sentimientos imprecisos,
como de duda,
que levantan las novedades,
sean buenas o malas.

Sosiego.
Es casi detenerse,
mirar sin turbar, esperar.
Pero no es un no hacer:
vivir con sosiego es cumplir
con el trozo de vida
del que se es deudor,
sin alterar la calma de los calmos,
y contemplando la ira de los iracundos
sin intentar comprenderla.

Sosiego.
Amar sin decirlo,
si decirlo fuera indiscreto,
y dejar de amar cuando toca,
sin publicar un poema.
(Aunque se escriba)

Sosiego.
Echar de menos las mismas cosas
sin que eso enturbie la mirada.
Volver siempre a pensar lo repensado
sin que nos azore
el conocer ya el resultado.
Y afrontar la decadencia
con una profunda ironía
pues cuando todo enseña su final
lo perdido muestra
que eran sentimientos sin valor.

Sosiego.
Una de esas bonitas palabras
tan cargadas de paz
que su grafía sola
en un pliego de papel
sirve para llenarlo.

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Quién me robó el tiempo

Quién me robó el tiempo

¿Quién me robó el tiempo
de la escritura?

¿Quién dejó marchitos
mis sentimientos?
Secos, deseosos de amar
sin osar pensarlo:
¡Tan pobre es mi oferta!

Ya no es tiempo de nada.
Ninguna cabeza
se apoyaría en mi hombro.
Ningún brazo
cruzaría mi pecho
soportando una mano
que busca mi rostro
para dejar un mimo.

¿Quién me robó esas caricias
que nunca me dieron?
Y sueño manos preciosas
que vienen del recuerdo
y reviven lo imposible:
me tocan.

¿Qué hacer
con todo el cariño
que no pude dar en la vida
y me sobra?
Y vendrá un continuo
sin dimensiones,
y me gustaría creer
que allí todo lo insatisfecho
se allanará como un monte
que cae en el valle,
y tendré tanto amor
como me arde en la carne.

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El aguardo

El aguardo

El aguardo es un chozo de jara
al borde de una charca,
silente al amanecer.
Espera a la presa,
el cazador al aguardo,
y cuando se acerca a beber
la muerte estalla.
Su eco se oye hasta tres veces
el tiempo, lento, detenido.
Pero enseguida vuelve
el ruido del amanecer.
En la balanza del bien y el mal
la muerte de la presa
¿Quién está triste?
compensa el gozo del cazador.

Que otra cosa podría suceder
si somos presas con sed
y el destino es acechador.

 

 

 

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Otoño

Otoño

Suena el viento en la chopera
castañuelas livianas
que amarillean y desaparecen.
Y el frío sorprende a mi cara.
¿Otoño?
Seguramente sí.
Sobre todo por la lejana esperanza
de vivir otro verano.

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Vacío

Vacío

Sentimientos como las olas,
van y vienen entre silencios.
Alma dormida que ignora el dolor:
¿Qué cantar si no siento?

Tiempo. Vida perdida, desamor.
Como una muralla entre el Atman y yo.
Tal vez sea ese dejar
correr los minutos sin búsqueda.
Cerrar los ojos,
y los oídos,
dejar que la pluma se seque
porque me da miedo lo que escribe,
tal vez esa soledad sin yo
sea lo que me impide volar,
fundir, confundirme,
ser dios.

Que horrible negrura
no poder comprender:
todo tan ajeno, tan distinto.
Y ahora que creí comenzar a entender
el porqué, empiezo a intuir
que debo dejar de ser,
clarísimo mensaje el del morir,
para ser lo que en verdad soy,
y no me creo.
Vacío en espera de amor.

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Luz vibrante

Luz vibrante

Luz vibrante de primavera tardía
tamizada por hojas blancas de chopo.
temblorosas y vivas,
alegres, de plata.

Goce de la vida promesa,
temor del verano profundo
en el que la carne parece el todo
y vivir tiene vocación confundida
de eterno.

Permanecer en el segundo,
las hojas quietas,
el viento silente.
Y que no haya más otoño,
o vivir como si no lo hubiera.

Pero mi alma cruje entre las hojas
estremecidas por el tiempo
y el calor de hoy no me basta
para olvidar el frío del invierno,
que ese sí, presiento desde mi carne,
será ausencia sin término.

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Sexo

De otro modo, sexo

Sexo, sexo, sexo
¿Por qué las religiones
miran tanto al sexo
y venden tan caro
lo que los dioses
regalaron?
¿Por qué olvidan hablar del dinero
… las riquezas, el poder?
De otro modo pero sexo, sexo, sexo.
La misma pulsión:
el sádico dominio
de los creyentes,
la esclavitud voluntaria
y masoquista de las mujeres.
La violencia contra natura.
El boato de los que deberían
ser servidores humildes.
La inútil acumulación de bienes,
el silencio profundo ante los poderosos.
¿Quién soportará el «Vende cuanto tienes»?
¿Temen que los ricos huyan?

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Amor y tiempo

Amor y tiempo

Todo el tiempo es uno.
El tuyo y el mío también.
Como el amor:
¿A quién quieres más?
No, no es posible querer más.
Esa pasión del cuerpo
crece, como la esfera perfecta,
para admitir un amor más,
o más amor para otro.
Los dos ganan.
El tiempo de amar es uno
y se da sin gastarse
o se gasta si no se da.
Es el mismo que el de existir.
Esta debía ser la gran lección:
No corras. Sin tu quererlo
la hora de cada cosa llega.
No te afanes. El tiempo fluye
sin remedio, todo lo escrito
ya ha ocurrido.
Sólo queda el amor.

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Amando

Amando

Morir es separarse cuerpo y alma
Y, al fin,
cuando la materia vuelve a su ser,
quedar alma sola,
tal vez amando.

Será un viaje astral maravilloso.

Por el corazón se muere en minutos.
Por la enfermedad incurable en años.
Por la locura no se muere
sólo se olvida qué sea amar.
¡Hay tantos locos!

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Ignorancia

Vacío

Se me volvió a llenar la vida
de vacío
y fui feliz en la ignorancia.

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