Ápeiron

Haikus

Ya se que tenéis prisa, que el mensaje tiene que llegaros en un relámpago. Que no gozáis del camino retenido, la contemplación ociosa de lo que simplemente es. La lectura debe ser breve. Decís que por eso os gustan los haikus. Una paradoja, extraemos de su simplicidad montañas de admiración. Pero: ¿En realidad no es nuestro pensamiento el que rellena el interior de un globo vacío?

O, simplemente, son un sentimiento instantáneo  desinteresado, kantiana estética pura.

Sea lo que sea, leyendo sobre Buda me he encontrado con este personaje. Espero que este mensaje, al menos, os sirva de provocación.

Takarai Kikaku (1661-1707)

Kikaku, conocido como uno de los diez más grandes estudiantes de Bashô fue famoso por sus visiones frescas y penetrantes en la sociedad Edo. Escribió el siguiente poema sobre el pimiento:

¡Libélulas rojas!
Quitadle las alas
¡Son pimientos!

Bashô respondió:

¡Estos pimientos!
Agregadle alas
¡Son libélulas
!

* * *

El mendigo
como vestimenta de verano
carga el cielo y la tierra.

* * *

Las noches de quinta luna
de vez en cuando escucho
Como se quiebra un bambú.

* * *

Picado por pulgas.
¿Era verdad
ese sueño de arenas?

* * *

Lluvia de verano.
Una mujer solitaria
sueña en la ventana.

* * *

Otros Haikus, del mismo Kikaku, que creo que no se encuentran en Internet:

Un grano de arena
dentro de una concha.
Una playa infinita.

* * *

¿Estrella de la mañana
imágenes confusas
flores del ciruelo
o copos de nubes?

* * *

Hace calor.
Regad. Regad
hasta que mojéis
a cigarras y pájaros.

* * *

Los cerezos florecen en
este bajo mundo y no en las
cimas junto al cielo.

* * *

Mil y mil visitas.
Se van los visitantes
y las flores ya se marchitan.

* * *

Jardinero ausente.
Corolas
cerradas.

 

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