POETAS 85. Cancionero de la lírica tradicional

Lo que se ha llamado lírica tradicional hace mención  a un conjunto de versos y estrofas transmitidas de memoria y oralmente  de generación en generación. Son composiciones anónimas y espontáneas que al ser recitadas por el pueblo van variando de forma, por lo que se pueden registrar distintas variaciones de un mismo poema. En la lírica que se cultiva en castellano entre  los siglos XIV y XV, se acusa la influencia de la poesia gallego-portuguesa, pero también aparecen temas y aspectos característicos de la poesía andalucí o mozarabe que conocemos gracias a las jarchas, y que hacen de la poesía castellana algo autóctono y original. Este sello propio del comienzo de la poesía lírica castellana va dejar su impronta en autores como el Marqués de Santillana o en el teatro de Lope y Tirso de Molina. Abundan, entre los diversos temas, los poemillas de tono erótico y  contenido amoroso que expresan el ansia y la melancolía por la separación o partida del amante, la tardanza del amado y su ausencia.  

***** 

Si los delfines mueren de amores,
!triste de mí!, ¿qué harán los hombres
que tienen tiernos los corazones?
!Triste de mí! ¿Qué harán los hombres?

***** 

 Porque duerme sola el agua
amanece helada.

*****

Hilo de oro mana
la fontana,
hilo de oro mana. 

*****

!Cuándo saldréis, el alba galana!
!Cuándo saldréis, el alba!

Resplandece el día,
crecen los amores,
y en los amadores
aumenta alegría.
Alegría galana,
!Cuándo saldréis, el alba!

*****

Van y vienen las olas, madre,
a las orillas del mar,
mi pena con las que vienen,
mi bien con las que se van.

*****

Zagaleja del ojo rasgado,
vente a mí, que no soy toro bravo.
Vente a mí, zagaleja, vente,
que adoro a las damas y mato la gente.

Zagaleja del ojo negro,
vente a mí, que te adoro y quiero;
dejaré que me tomes el cuerno,
y me lleves, si quieres, al prado.
Vente a mí, que no soy toro bravo.

*****

Queredme bien, caballero,
casada soy, aunque no quiero. 

 *****

En la cumbre, madre,
tal aire me dio,
que el amor que tenía
aire se volvió.

Madre, allá en la cumbre
de la gentileza
miré una belleza
fuera de costumbre,
cuya nueva lumbre
Ciega me dejó:
que el amor que tenía
aire se volvió.

Quísolo mi suerte,
fragua de mis males,
que con ansias tales
llegase a la muerte;

mas un aire fuerte
así me tocó,
que el amor que tenía
aire se volvió.

Dulce ausente mío,
no te alejes tanto,
mueva ya mi llanto
ese pecho frío;

mas, !ay!, que un desvío
tal pena me dio,
que el amor que tenía
aire se volvió.

*****

No puedo apartarme
de los amores, madre,
no puedo apartarme.

Amor tiene aquesto
con su lindo gesto:
que prende muy presto
y suelta muy tarde:
no puedo apartarme.

*****

Pasas por mi calle,
no me quieres ver:
corazón de acero
debes de tener.

*****

¿Por qué me besó Perico,
por qué me besó el traidor?

Dijo que en Francia se usaba
y por eso me besaba,
y también porque sanaba
con el beso su dolor.
¿Por qué me besó Perico,
por qué me besó el traidor?

*****

Las mañanas de abril
dulces son de dormir;
y las de mayo mejor,
si no despierta el amor.

*****

Enviárame mi madre
por agua a la fuente fría:
vengo del amor herida.

Fui por agua a tal sazón
que corrió mi triste hado,
traigo el cántaro quebrado
y partido el corazón;
de dolor y gran pasión
vengo toda espavorida,
y vengo del amor herida.

Dejo el cántaro quebrado,
vengo sin agua corrida;
mi libertad es perdida
y el corazón cativado.
!Ay, qué caro me ha costado
del agua de la fuente fría,
pues de amores vengo herida!

*****

Arrojóme las naranjicas,
con los ramos del blanco azahar;
arrojómelas y arrojéselas,
y voliómelas a arrojar.

De sus manos hizo un día
la niña tiro de amores,
y de naranjas y flores
balas de su artillería.
Comenzó su batería
contra mí que la miraba;
yo las balas le tiraba
por doble mosquetería.

*****

No pueden dormir mis ojos,
no pueden dormir.

Y soñaba yo, mi madre,
dos horas antes del día
que me florecía la rosa,
el pino so el agua frida.
No pueden dormir.

*****

En la cumbre, madre,
canta el ruiseñor;
si él de amores canta,
yo lloro de amor.

*****

Niña y viña, peral y habar,
malo es de guardar.
Levantéme, oh madre,
mañanica frida,
fui a cortar la rosa,
la rosa florida.
Malo es de guardar.

Levantéme, oh madre,
mañanica clara,
fui cortar la rosa,
la rosa granada.
Malo es de guardar.

Viñadero malo
prenda me pedía;

dile yo un cordone,
dile yo mi cinta.
Malo es de guardar.

Viñadero malo
prenda me demanda,
dile yo un cordone,
dile yo una banda.
Malo es de guardar.

*****

Luna que reluces,
toda la noche alumbres.

!Ay, luna que reluces,
blanca y plateada,
toda la noche alumbres
a mi linda enamorada!
Amada que reluces,
toda la noche alumbres.

*****

Si tantos halcones
la garza combaten,
por Dios que la maten.

La garza se queja
de ver su ventura
que nunca la deja
gozar del altura;
con gozo y tristura
así la combaten:
por Dios que la maten.

*****

Si amores me han de matar,
ahora tienen lugar.

Ahora que estoy penando
en lugar bien empleado,
si pluguiese a mi cuidado
que me pudiese acabar,
ahora tienen lugar.

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Una respuesta a “ POETAS 85. Cancionero de la lírica tradicional ”

  1. Tupacalos dice:

    Me encantó l frescura de las letras populsres, y la sabiduría que exhiben

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