CARTA DE ISHUA. EN PRINCIPIO VA DIRIGIDA A SU MADRE, DESPUÉS NO SE SABE.

CARTA DE ISHUA. EN PRINCIPIO VA DIRIGIDA A SU MADRE, DESPUÉS NO SE SABE.

4 de Febrero de 2007.

Mamá, emprendo el viaje con ilusión y muchas expectativas , cantos de sirenas inundan mis oídos, la esperanza de una nueva vida me llena el alma. Si todo me va bien, con creces te devolveré el dinero que para pagar el viaje me has dado, con la venta de tu animal de labranza. ¡gracias mamá! Digo adiós a mi adorada África con sus paisajes de ensueño y sus atardeceres de magia, pero tan dura para sobrevivir.

A las tres de la madrugada aparece el cayuco y entre las sombras de la noche para no ser vistos, vamos embarcando; no puedo contar los que vamos, pero me parece que somos demasiados. Emprendemos la marcha, nos deslizamos lentamente hacia la tierra prometida. Amanece, vamos llegando a alta mar, las mareos y vómitos van haciendo su aparición en ciertos pasajeros, el malestar es general, el sol llega a su punto álgido, nos abrasa la piel. Estamos en medio del océano, su inmensidad es aterradora, vamos sin rumbo. La noche se acerca, el manto negro cubierto da un ligero resplandor fantasmagórico a la barca, el frío arrecia, encogidos y apretujados unos con otros nos damos calor mutuamente, hacemos un duermevela con sueños nada halagüeños (la euforia se ha evaporado) Abrazados a nuestros pobres enseres y protegiendo sobre todo nuestra joya más preciada, la botella de agua.

Es una travesía inenarrable, los excrementos arrojados al mar en bolsas de plástico. Pero lo peor ha llegado, hay personas que no soportan las inclemencias y mueren, son igualmente arrojados al mar. Una galerna se avecina, olas gigantescas pasan por encima de nosotros, parece la barca de Caronte. Cuando amaina la tormenta ya somos algunos menos, las olas que tan poéticas quedan en la literatura se han convertido en arma mortal. Que sus almas nos esperen en el más allá. De momento calma, en la lejanía se divisa un barco, entro en una especie de sopor, las imágenes de mi vida se suceden desde la niñez, parece que mi cuerpo levita, estoy perdiendo la conciencia, una paz interior me invade, entro en el túnel, al final un resplandor, lo atravieso, ¡adiós mamá!.

Un equipo de salvamento los socorre. Ishua ha muerto, entre sus manos encontraron la carta.

¡Qué calidad de vida tan espantosa tienen que tener estas personas!, que se embarcan en un cayuco, cuatro tablas mal clavadas y emprenden una travesía en el océano, y cuando llegan qué esperanza de vida les queda.

Unidos a muchos contratiempos, el más importante es el idioma, al final para algunos la repatriación.

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2 respuestas a “ CARTA DE ISHUA. EN PRINCIPIO VA DIRIGIDA A SU MADRE, DESPUÉS NO SE SABE. ”

  1. Tupacalos dice:

    Me encanta. Hay que hacer algunas piruetas para convertir un pensamiento en una carta. Tal vez mejor que no se encuentre ningún papel. Pero la frescura del relato hace que todo se supere. A lo mejor la reflexión final sobra, por conocida… Esto no es el paraiso. Perdona María, mi crítica, levísima, es para bien. Creo que el escrito es muy bueno.
    Un casto beso.
    Tupa

  2. Maria papelotes dice:

    Hola Tupa:
    Me parece bien el comentario que me has hecho, pero fue un relato que me mandó una profesora sobre la inmigración. Ya sé que es un tema muy trillado, pero tenía que hacer una reflexión final.
    Agradezco tu crítica y cuantas me hagas.

    Un abrazo,
    María papelotes

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