Quién me robó el tiempo

Quién me robó el tiempo

¿Quién me robó el tiempo
de la escritura?

¿Quién dejó marchitos
mis sentimientos?
Secos, deseosos de amar
sin osar pensarlo:
¡Tan pobre es mi oferta!

Ya no es tiempo de nada.
Ninguna cabeza
se apoyaría en mi hombro.
Ningún brazo
cruzaría mi pecho
soportando una mano
que busca mi rostro
para dejar un mimo.

¿Quién me robó esas caricias
que nunca me dieron?
Y sueño manos preciosas
que vienen del recuerdo
y reviven lo imposible:
me tocan.

¿Qué hacer
con todo el cariño
que no pude dar en la vida
y me sobra?
Y vendrá un continuo
sin dimensiones,
y me gustaría creer
que allí todo lo insatisfecho
se allanará como un monte
que cae en el valle,
y tendré tanto amor
como me arde en la carne.

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