Brisa

Brisa de la tarde

Si eres viento, sigue tu camino.
No es lo tuyo la suave compañía
sino alcanzar el mar.
El árbol te acaricia,
la flor vibra contigo…
pero no es lo tuyo quedarte
sino alcanzar el mar.
No envidies al girón de niebla
que, pegado al terreno,
abraza aquellas cosas bellas
que tu creíste eran tuyas:
No es para ti la caricia detenida,
tú debes alcanzar el mar.
Y cuando la soledad te parezca triste
piensa que, tal vez un día,
cuando todo sea nada,
sobre las olas, tú serás huracán.

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