Como si fuera yo

Autorretrato

Fue un día de esos en que te perdonas todo.
Por un rato me caí bien y, como los toreros,
no pude resistir la tentación de gustarme.
Y, entonces, me presenté.

Por si no me conoces aquí te digo lo que dice de mí
quien más está conmigo.
Un poco de lo que fui y otro poco de lo que espero.
Del presente nada puedo presentar, pues ya es pasado.

Nací de una familia que se me antoja feliz
y que quisiera repetir en el presente,
porque amor sí que hubo y yo lo regalo a los míos
multiplicado si pudiera, pero ellos
no son de este mundo de soledades.

Ni filósofo ni poeta soy. La ciencia se me olvidó,
como casi todo.
Así que respecto a la inteligencia soy más bien un cero.
No pienses que el cero es algo negativo:
Iría contra la matemática,
sólo es la epojé, la postura del observador,
consciente de que nada puede hacer
para cambiar el destino,
y, sabedor de que todo está predeterminado,
se limita a observar qué dibujó
el demiurgo para su vida, que fue amable y
suave, y disfruta de la intriga del hoy
como quien lee una buena novela:
que mantiene la curiosidad hasta
las últimas páginas,  hasta ayer,
y espera una última aventura y un final feliz.

De angustias, pocas. Algún prurito por lo del sexo,
tal vez los exámenes, a los que renuncié
pensando que ejercía mi libertad,
pero era mentira:
desde la desmemoria es difícil demostrar
que uno está ahormado a lo que otro cree que es filosofía.

Optimista por casual química de las endorfinas,
que me lleva a sentir que lo mejor está por venir
sea aquí o en otro lugar que no puedo describir,
ni comprender. Nada que ver con el pensamiento.

Pero sufrir, sufrí. De cariños y de amores.
Los unos se fueron en busca de mejores mundos,
los otros en busca de mejores hombres.
Otra cosa es que los encontraran.
Los que están en ese lugar mejor
y son ya parte del Todo, me añoran,
porque les falta mi pequeña
partícula para completar su destino.
Y yo a ellos. Yo a ellos los añoro más,
Porque si a ellos les falto yo
a mí me falta todo lo que no soy yo,
que es mucho universo.

De los amores pasados...
y de los presentes, y de los futuros,
si tienen sentido del humor, guardarán
buena memoria, pues fui leal, respetuoso
y verdadero. Sufrí lo correspondiente
cuando la vida nos separó y dejé escrito
en verso o en prosa que si la vida fuera otra
o, mejor, si hubiera muchas vidas,
cada uno de mis amores
tendría la suya conmigo: las amo a todas.
Una a una, pero mejor en conjunto.
No quiero presumir de lo que no es cierto:
Tampoco fueron tantas, ni duraron tanto:
Sólo lo suficiente para generar una broma
o un poema o un cuento.
Y un poco de infelicidad,
cosas de la finitud.
Pero de éstos mis pecados
me siento perdonado, y si no, me perdono yo.

Hubo cosas que callé y sigo siendo señor de ellas.
pero no soy la caja fuerte de los secretos.
Y también he de decir que mi falta de memoria
hace que, de esos, ya no quede casi nada en el recuerdo.
Recuerdo si que queda, pero de otras cosas:
del olor del pinar y la jara en agosto,
del amanecer en aquel mar, pobre pero virgen, de mi niñez,
del ruido del viento en la chimenea de mi dormitorio
cuando el levante rugía por la noche
y quería romper las palmeras...
de las voces de la subasta del pescado
que llegaban a mi cama en el silencio de la
mañana cruzando el umbral de la ventana abierta,
cabalgando en un rayo de sol y sombras.
Y la guardacostas V-20 arrancar a las seis:
BRRR! Paclopa! Paclopa!
Las cosas serias casi no dejaron huella,
es curioso, sólo un pequeño regusto amargo,
porque en las decisiones importantes
siempre hay alguien a quien se daña.
Me gustaría poder pedirles perdón.
Si fui listo y hábil siento ahora que me llegó
el tiempo de ser simplemente bueno.
Y aquí estoy, lleno de espera.
Aferrándome al papel para dejar un rastro,
no sé muy bien por qué.
Tal vez como aquel niño que dejaba miguitas de pan,
para que otra vez más encuentre el camino
de vuelta desde el Todo a la temporalidad.
La eterna rueda.
¡Qué pena de amnesis!
¡Me gustaría tanto seguir charlando con los amigos,
volver a enamorarme de los mismos amores.
corregir todo lo que ahora veo como errores!

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2 respuestas a “ Como si fuera yo ”

  1. Pobrecito hablador dice:

    !Caramba! No sabía que iba a ser un retrato en verso y de cuerpo entero, y que iba a ocupar toda una pared. Y ligero de ropa. Te ha salido muy bien, muy parecido. Gracias por mostrarte.

  2. blochiana dice:

    Luz de luz!
    Abrazos.

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