Ápeiron

COMPORTAMIENTO ANIMAL II (CANCIÓN DE UN CAZADOR DE FOCAS)

Arranca en Canadá la gran matanza de la cría de foca. La mayor matanza de mamíferos salvajes ha comenzado. Hasta 275.000 cachorros de foca serán sacrificadas, según la cuota fijada por el gobierno canadiense. Pese a que el deshielo del Ártico obstaculiza su reproducción. Canadá ha ampliado en 5.000 el número máximo de presas con respecto a 2007, y alega que este año la caza será «más humana» («El País, 30 de marzo de 2008)

Este año la caza será más humana, por eso mañana bajaré a la peletería a comprarme un abrigo de piel de foca. Por lo menos eso dicen los canadienses. Almas caritativas que se disponen a tomar medidas más humanas para la matanza.  Mañana me pasaré por la peletería de la esquina, sólo porque amo con locura a esos animalitos anfibios de piel tan suave. Van a morir este año indoloramente. Les procurarán una buena muerte sin estrés y dolor, porque el hatapik con el que les matan a palos resulta ser un procedimiento rápido y efectivo de matarlas a palos. Eso dicen los sabios de la UE, que nos andan buscando procedimientos de muerte mucho más humanos. “No disparen con rifle, por favor, que pueden escaparse malheridas y yo quedarme sin piel.” Pueden matar a las foquitas, pero de una forma humana, por favor,  miren bien que sean en mataderos apropiados; miren que las pobres foquitas no resuciten de su aturdimiento cuando las están desollando. No vaya a ser que yo mañana me compre mi abrigo y lleve sobre mi espalda una piel doliente. Hagan los desangrados en lugares convenientes. No conviene nunca dejar huellas de sangre en el lugar del crimen. Amen la gloria humana, su modo sentimental de protegerse del frío, la industria y el ingenio con el que hemos sabido extraer calor animal e inhumano matando las focas a palos. El cuerpo bien caliente, el corazón helado, la antártida se deshiela. Antes de que desaparezca la antártida, ¡cazadores, a cazar!, no vaya a ser que las foquitas se nos mueran ahogadas y su preciada piel echada a perder. Matadla de una forma humana, que sea rápidamente y que no se entere nadie; con ultrasonidos estaría muy bien, ahora que el suelo helado se resquebraja bajo nuestros pies. La antártida se nos deshiela, las focas se nos ahogan, hay que buscar formas más humanas para seguir siendo inhumano. Cazadores a cazar. Este invierno que viene puede ser el último invierno nevado sobre la tierra. Mañana aprovecharé a comprar mi último abrigo.  Mañana iré a la peletería de la esquina para matar a palos a cinco o seis foquitas.

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