Ápeiron

Final

Final

Cuando menos lo espere
mis oídos habrán dejado de oír
todos esos ruidos
que ahora me molestan.

Sentiré sólo el rumor
de la lucha sorda de mi cuerpo
por seguir su existencia.

Tal vez me acompañe el dolor.

Quizás alguno, desde fuera,
querrá prolongar mi tiempo
y me dará, así, ocasión
de sentir, una vez más, la angustia.

¿Está la verdad dónde no quiero?
O, ¿Dónde no quiero
no puede estar la verdad?

Tengo tanta hambre de Dios
que en el fondo de mi alma
llevo un cementerio.

Salir de la versión móvil