Ápeiron

Olvido

Olvido

Lo que queda después del olvido,
sea en saber o en amar,
es la huella del tú en el ser propio,
es, tal vez, la verdad.

Pero tanto he olvidado
que no encuentro mi «por qué» en el recuerdo,
he perdido la realidad,
y los tus de mi pasado me parecen mentiras
y mi yo un sueño de ayer
del que me han forzado a despertar.

Dicen que soy libre,
pero  no me acuerdo
de una decisión pura:
escoger entre bien y mal
es ya estar determinado:
¿No habrá otra cosa?
algo que no sea ni bueno ni malo,
que sea yo, o tú,
o algo que no es ni tú ni yo
sino partes de ambas cosas
y un mucho de abandono,
todo junto,
esperando la luz que nos reviva
enseguida, después del olvido,
si es que queda algo.

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