POETAS 49. René Char
René Char nació el 14 de junio de 1907 en Isle-sur-Sorgue (Francia) y murió en París el 19 de febrero de 1988. Perteneció al movimiento surrealista a partir de 1929, año en que aparece el segundo manifiesto, en cuya redacción participa. Con su obra «Afuera la noche es gobernada» (1938) se alejó del movimiento. En 1940 se unió a la resistencia, donde aprendió, según el mismo dijo, «a amar ferozmente a sus semejantes». Su experiencia en la lucha clandestina fue recogida en «Las páginas de Hipnos». Condenó el comunismo en 1949. En 1955 conoció a Martín Heidegger, con quien estableció una fructífera amistad. Heidegger se refiere a Char en varias ocasiones. Por ejemplo, en la entrevista de la revista Spiegel que se publicó bajo el nombre «Ya sólo Dios puede salvarnos». Durante los últimos años su prestigio como poeta siguió creciendo hasta el punto de ser considerado uno de los máximos respresentantes de la poesía francesa.
A LA SALUD DE LA SERPIENTE
I
Yo canto el calor con rostro de recién nacido, el calor desesperado.
II
Le toca al pan romper al hombre, le toca ser la belleza del amanecer.
IV
En la ronda de la golondrina una tormenta se forma, un jardín se diseña.
V
Siempre habrá una gota de agua que dure más que el sol sin que el ascendiente del sol sufra por eso.
VII
Lo que viene al mundo para no trastornar nada, no merece ni consideración ni paciencia.
XI
Tú harás del alma que no existe, un hombre mejor que ella.
XX
No te encorves sino para amar. Aun muerto, sigues amando.
XXIV
Si habitamos un relámpago, allí está el corazón de lo eterno.
XXVI
La poesía es de todas las aguas claras la que menos se demora ante los reflejos de sus puentes.
Poesía, vida futura en el interior del hombre que ha ganado en calidad.
