Risas

Risas

Si piensas te vuelves triste.
Siempre hay pequeñas grietas
por las que se filtra esa sed que no tiene cura.
Detenido contemplas como crece el charco
de tus frustraciones.
Se extiende y llenaría todo.
Te queda comer del fruto del árbol prohibido:
Tentación sufrida.
Pero sospechas que sería demasiado amargo.
Y entonces te ríes, sin saber por qué, te ríes mucho,
muy fuerte, a carcajadas.
Te ríes porque no hay remedio, o porque lo hay.
Y ese ruido te parece música, te distrae,
te asombra hasta el próximo pensamiento

Loading

Los comentarios están cerrados.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *