Secretos

Recónditos secretos

Somos montañas de recónditos secretos.

Los que creemos nuestros pecados son secretos,
porque nos avergüenzan nuestras debilidades.
Las sensaciones intensas son secretos
porque tememos no compartirlas.
Los significados de las cosas nimias son secretos,
porque contarlas es como desnudarse. Darse,
entregarse.
Las antiguas heridas son secretos
porque nos hacen viejos y Eros huye de nosotros.
Los por qué de cada acto de amor o desamor,
el por qué me besas o por qué no,
debo buscarlo en lo recóndito de ti,
y no me dejas: los motivos son secretos.
¡Cuántos compromisos íntimos nos separan!
Y si rompemos el silencio nos hacemos vulnerables,
recelosos.
Demasiado ambiciosos, queremos
cumplir con todo, y perdemos
los nimios placeres de desnudar el alma
poco a poco, confiando sin temor
en el instantáneo amante.
Al fin, si nos hiere, sólo será otro secreto.

Loading

Los comentarios están cerrados.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *