Pequeños objetos
Pequeños objetos olvidados
Guardé un pensamiento bonito
en una cosa,
como si fuera un objeto con significado.
Nada importante.
Sólo la memoria de un instante
de felicidad, pequeña o muy grande.
Pero tenemos tantos sitios
donde dejar los recuerdos,
o tantos recuerdos en busca de sitio,
fotos viejas,
flores secas entre unas páginas,
una carta, una piedra
de color o forma curiosa.
Una bagatela.
Dos entradas de teatro.
Un trozo de papel arrugado
donde alguien dejó un beso...
Al fin, sin su intérprete, yo, tú o él,
todas vuelven a ser lo que eran:
motivos de asombro para un extraño
sin significado en el recuerdo.
No voy a dejar atrás tanto hueco...
Es un propósito a no cumplir.
Todo es relativo, es decir, sin mensaje,
Y para los objetos pequeños
su viaje se agotó
cuando el viajero cruzó la frontera
y dejó todo lo material acá de la orilla.
Y ahora, quien lo amó se pregunta
qué habría detrás de esa presencia inane,
en un segundo de vacilación,
antes de depositarla,
cuidadosamente, en la basura.