POETAS 58. Antonio Machado III (Proverbios y cantares)

I

Nunca perseguí la gloria
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles
como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse.

*****

X

La envidia de la virtud
hizo a Caín criminal.
!Gloria a Caín! Hoy el vicio
es lo que se envidia más.

*****

XIII

Es el mejor de los buenos
quien sabe que en esta vida
todo es cuestión de medida:
un poco más, algo menos…

*****

XXI

Ayer soñé que veía
a Dios y que a Dios hablaba;
y soñé que Dios me oía…
Después soñé que soñaba.

*****

XXIII

No extrañéis, dulces amigos,
que esté mi frente arrugada:
yo vivo en paz con los hombres
y en guerra con mis entrañas.

*****

XXIV

De diez cabezas, nueve
embisten y una piensa.
Nunca extrañéis que un bruto
se descuerne luchando por la idea.

*****

XXVI

Poned sobre los campos
un carbonero, un sabio y un poeta.
Veréis cómo el poeta admira y calla,
el sabio mira y piensa…
Seguramente, el carbonero busca
las moras o las setas.
Llevadlos al teatro
y sólo el carbonero no bosteza.
Quien prefiere lo vivo a lo pintado
es el hombre que piensa, canta o sueña.
El carbonero tiene
llena de fantasías la cabeza.

*****

XXIX

Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar.

*****

XXXIV

Yo amo a Jesús, que nos dijo:
Cielo y tierra pasarán.
Cuando cielo y tierra pasen
mi palabra quedará.
¿Cuál fue, Jesús, tu palabra?
¿Amor? ¿Perdón? ¿Caridad?
Todas tus palabras fueron
una palabra: Velad.

*****

XXXVI

Fe empirista. Ni somos ni seremos.
Todo nuestro vivir es emprestado.
Nada trajimos; nada llevaremos.

*****

XXXVII

¿Dices que nada se crea?
No te importe, con el barro
de la tierra, haz una copa
para que beba tu hermano.

*****

XXXVIII

¿Dices que nada se crea?
Alfarero, a tus cacharros.
Haz tu copa y no te importe
si no puedes hacer barro.

*****

XLI

Bueno es saber que los vasos
nos sirven para beber;
lo malo es que no sabemos
para qué sirve la sed.

*****

¿Dices que nada se pierde?
Si esta copa de cristal
se me rompe, nunca en ella
beberé, nunca jamás.

*****

XLIII

Dices que nada se pierde
y acaso dices verdad,
pero todo lo perdemos
y todos nos perderá.

*****

 XLIV

Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.

*****

XLV

Morir… ¿Caer como gota
de mar en el mar inmenso?
¿O ser lo que nunca he sido:
uno, sin sombra y sin sueño,
un solitario que avanza
sin camino y sin espejo?

*****

L

-Nuestro español bosteza.
¿Es hambre? ¿Sueño? ¿Hastío?
Doctor, ¿tendrá el estómago vacío?
-El vacío es más bien en la cabeza.

*****

LI

Luz del alma, luz divina,
faro, antorcha, estrella, sol…
Un hombre a tientas camina;
lleva a la espalda un farol.

*****

LIII

Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes
al mundo, te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.

(Esta serie de proverbios y cantares pertenecen al libro «Campos de Castilla» (1907-1917)

*****

I

El ojo que ves no es
ojo porque tú lo veas;
es ojo porque te ve.

*****

II

Para dialogar,
preguntad primero;
después… escuchad.

*****

VI

Ese tu Narciso
ya no se ve en el espejo
porque es el espejo mismo.

*****

VIII

Hoy es siempre todavía.

*****

XII

¿Sabes, cuando el agua suena,
si es agua de cumbre o valle,
de plaza, jardín o huerta?

*****

XIII
Encuentro lo que no busco:
las hojas del toronjil
huelen a limón maduro.

*****

XV

Busca a tu complementario,
que marcha siempre contigo,
y suele ser tu contrario.

*****

XXIV

Despacito y buena letra:
el hacer las cosas bien
importa más que el hacerlas.

*****

XXIX

Despertad, cantores:
acaben los ecos,
empiecen las voces.

*****

XXXVI

No es el yo fundamental
eso que busca el poeta,
sino el tú esencial.

*****

XL

Los ojos por que suspiras,
sábelo bien,
los ojos en que te miras
son ojos porque te ven.

*****

XLII

Enseña el Cristo: a tu prójimo
amarás como a ti mismo,
más nunca olvides que es otro.

*****

XLIII

Dijo otra verdad:
busca el tú que nunca es tuyo
ni puede serlo jamás.

*****

XLIV 

No desdeñéis la palabra;
el mundo es ruidoso y mudo,
poetas, sólo Dios habla.

*****

XLVI

Se miente más de la cuenta
por falta de fantasía:
también la verdad se inventa.

*****

LIII

Tras el vivir y el soñar,
está lo que más importa:
despertar.

*****

LXVI

Poned atención:
un corazón solitario
no es un corazón.

*****

LXVII

Abejas, cantores,
no a la miel, sino a las flores.

*****

LXVIII

Todo necio
confunde valor y precio.

*****

LXXXVI

¿Tu verdad? No, la Verdad,
y ven conmigo a buscarla.
La tuya, guárdatela.

(Esta serie de Proverbios y Cantares pertenece al libro «Nuevas Canciones» (1917-1930)

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Una respuesta a “ POETAS 58. Antonio Machado III (Proverbios y cantares) ”

  1. Pobrecito hablador dice:

    Dejo aquí una pequeña aportación sobre esta entrega de la poesía de Antonio Machado. En parte, porque me trae recuerdos. Me recuerdo a mí mismo recitando parte de estos proverbios subido a la tarima de la clase de octavo A. Era parte de un ejercicio. Cada alumno tenía que memorizar un poema elegido previamente y salir a recitarlo. Elegí estos proverbios.

    No resulta difícil memorizarlos. Resulta difícil luego desprenderse de ellos. Yo creo que aquí se advierte al Antonio Machado más pedagógico. Enseñar deleitando, enseñar a pensar a tontos, niños y a locos. infiltrar en el alma basta que tenemos todos pequeñas gotas de sabiduría. Estos proverbios no son fáciles. Machado los hizo fáciles. No son, como yo los he leído, y como los leeremos todos, para ser leídos de un tirón. Serían más bien para rumiar de uno en uno, y de día en día. Se concentra en ellos sabiduría y filosofía a la vez. No filosofía académica, sino filosofía para ser enseñada a los niños en la escuela, y para ser enseñada al pueblo, a la inmensa mayoría que nada sabe -ni sabemos- de schopenhaueres y kantes. Filosofía real y verdadera. Filosofía de vida. filosofía para la vida y no para los libros. Filosofía proverbial; Filosofía sapiencial.

    Hago unos pequeños apuntes, desde la ignorancia. Digo desde la ignorancia, porque estos proverbios merecerían un afanoso estudio aparte. Mejor dicho, cada uno de estos proverbios merecería un estudio aparte. Quizás de eso se trate, de concentrarse en uno de ellos. Lamento haber dado aquí ciento por uno.

    Bueno, iba a hacer unos apuntes, pero me parece una tontería. Y ahora no tengo ganas. Hablan por sí solos estos proverbios. Hago notar, de todos modos, una influencia que me parece clara: el gran Omar Khayan, tanto en la forma como en su filosofía (se pueden leer en esta misma página alguno de sus versos: Poetas 30) : » ¿Dices que nada se crea?/No te importe, con el barro/de la tierra, haz una copa/para que beba tu hermano. También parece clara la influencia que tuvo sobre J.L. Borges, «ser lo que nunca he sido:/uno, sin sombra y sin sueño,/ un solitario que avanza/sin camino y sin espejo». También están claras las concomitancias con la filosofía de Ortega, a quien en algún momento le dedicó poemas: «Se miente más de la cuenta/por falta de fantasía:/también la verdad se inventa.» (Recuerdo que Machado asistió en París a un curso de Bergson -1910, creo- donde también coincidió con otro poeta filósofoso: T.S. Eliot.). Ya puestos a apuntar influencias, Eclesiastes:»Todo lo perderemos y todo nos perderá». Eso sin meternos en la poesía española: Me pregunto si hay algún buen poeta español que no esté reverberando en Machado. Eso sí, no le gustaban los ecos: buscó su propia voz; silencio elocuente y soledad sonora.

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